INTRODUCCIÓN de la ruta “El Congost de Mont-Rebei”
El desfiladero de Mont-Rebei (en catalán Congost de Mont-Rebei) es un paraje que se localiza entre las provincias de Huesca (Aragón) y de Lleida (Cataluña), entre las comarcas de la Ribagorza y el Pallars Jussá. Separa de norte a sur la sierra del Montsec, primera gran formación del prepirineo catalán. Esta sierra es atravesada por el río Noguera Ribagorzana, que hace de frontera natural entre Aragón y Cataluña. El río, que recibe el agua de numerosos barrancos, ha ido formando un cañón de hasta 500 m de altura, con lugares donde la anchura no pasa de 20 m. Es el último gran desfiladero de España que permanece casi intacto. La parte catalana forma parte de la Reserva Natural de la Noguera. Está dentro del Espacio de Interés Natural de la Sierra del Montsec.
DATOS TÉCNICOS de la ruta “El Congost de Mont-Rebei”
Fecha de Inicio: 01 julio 2017 Hora de Inicio 12:22 Distancia: 14,23 Km Altitud min: 406 m Altitud máx: 839 m Desnivel Positivo: 1.786 m Desnivel negativo: 1.786 m Altitud inicial: 523 m Tiempo Total: 05:48 Tiempo Caminando: 05:09 Velocidad media: 2,9 km/h Ida y Vuelta Moderada
ITINERARIO de la ruta “El Congost de Mont-Rebei”
- Parking 2 de La Masieta
- GR-1, Sendero Histórico
- Cova del Mut
- Puente colgante del Barranc de Sant Jaume
- Congost de Mont-rebei
- Cova Colomera
- Bifurcación
- Puente colgante del Congost del Seguer
- Zona de playa
- Las pasarelas escalonadas de Montfalcó
- Regreso
DESCRIPCIÓN de la ruta “El Congost de Mont-Rebei”
La ruta “El Congost de Mont-Rebei” tiene como objetivo recorrer el sendero que va desde La Masieta hasta las pasarelas de Montfalcó y regresar por el mismo camino.
El punto de partida de este itinerario lo he situado en el Parking 2 de La Masieta, situado en la vertiente de La Ribagorza catalana. Llegamos a este lugar por una pista asfaltada, denominada carretera de la Central, bien señalizada, que viene desde Puente de Montañana. Es un pequeño municipio de la provincia de Huesca que se encuentra distante unos 5 km. De aquí parten dos caminos paralelos que más adelante confluyen cerca del Congost. El de la derecha es inundable y discurre a un nivel inferior. Cogemos el de la izquierda en dirección al Punto de Información de La Masieta, que se halla un poco más adelante.
Puente colgante del Barranc de Sant Jaume
Aquí buscamos las señales del GR-1, conocido como el Sendero Histórico, nombre que se ha dado a este camino por estar jalonado de localidades de gran importancia en la Alta Edad Media por ser plazas fronterizas: marca hispánica en Cataluña y cuna de los reinos de Aragón, Navarra, Castilla y León, etc. Tomamos el camino superior que se dirige al Barranc de les Jullanes y avanzamos entre prados cerca de la orilla del embalse de Canelles. En apenas dos kilómetros llegamos a la llamada Cova del Mut, situada en la pared izquierda del camino. Es una balma de unos 6 m de ancho y 4 m de alto, que no presenta ningún interés espeleológico.
Congost de Mont-Rebei
A continuación se encuentra el primer puente colgante del Barranc de Sant Jaume. Es una pasarela metálica de unos 40 m de largo, que salva este barranco en su desembocadura en el pantano y cuyo suelo permite ver el vacío. Poco más adelante, comienza el tramo que recorre la totalidad del Congost de Mont-rebei. Se trata de un camino de herradura excavado en la roca caliza, de apenas un metro y medio de anchura y a más de 50 m sobre las aguas. Dispone de un pasamanos de sirga del que cogerse, situado en los puntos en que la verticalidad es más impresionante. El resto del camino carece de barandas que nos separen del camino.
A lo largo del recorrido de este sendero de unos dos kilómetros vemos bancos de madera, dispuestos a modo de miradores para sentarse y contemplar las escarpadas paredes del desfiladero y disfrutar de manera muy espectacular de este lugar. Este sendero horadado en la roca fue construido en el año 1982, tras la construcción del embalse e inundar el antiguo camino que se realizó en el año 1924. El camino atraviesa incluso un pequeño túnel y no es completamente plano, sino que realiza continuas subidas y bajadas, especialmente en los tramos cercanos a las pasarelas.
Cova Colomera
También vemos a nuestra izquierda el sendero de subida a la Cova Colomera, a la que se accede ayudados por cadenas y escalones como si fuera una mini ferrata. Esta cavidad ha sido objeto de numerosas campañas de excavaciones y desde muy antiguo ha sido usada como refugio de animales domésticos. Enseguida salimos del cañón y las vistas del embalse son más abiertas. Una mirada retrospectiva nos permite divisar al fondo del cañón, en el lado de La Ribagorza aragonesa, el Castillo medieval de Chiriveta y la Ermita de la Mare de Déu del Congost.
Puente colgante del Congost del Seguer
Un poco más adelante alcanzamos una bifurcación. El camino de la izquierda sigue siendo el GR 1 y conduce hacia la Ermita de la Mare de Déu de La Pertusa y a la aldea de Corçà. Nosotros tomamos el camino de la derecha que nos lleva hacia el Puente colgante del Congost del Seguer. Después de una fuerte bajada, nos encontramos el puente colgante suspendido sobre el embalse de Canelles. Justo a la derecha hay un caminito que lleva hasta una zona de playa y que tomamos de regreso para darnos un merecido baño.
Este puente comunica Cataluña con Aragón y ha vuelto a unir las provincias de Lleida y Huesca, separadas desde la construcción del embalse en el año 1960, que inundó todo el Congost. El puente, que mide 35 m de longitud, no es apto para personas con vértigo, ya que se tambalea ligeramente y la «balaustrada» consiste enteramente en cables de acero. No obstante, nos deleita con una impresionante vista de todas las paredes del desfiladero. Nada más cruzarlo, ya en tierras aragonesas, conectamos con la ruta de Montfalcó. Remontamos una fuerte pendiente y llegamos a uno de los puntos más espectaculares de la ruta: Las pasarelas escalonadas de Montfalcó.
Pasarelas de Montfalcó
Estas pasarelas se construyeron al mismo tiempo que el puente colgante. Están ancladas en los inmensos paredones anaranjados completamente verticales que rodean el embalse de Canelles. Son de madera y están aseguradas con pasamanos de cables de acero. Recientemente han sido sustituidas por unas nuevas de escalones más anchos. Encontramos dos secciones de pasarelas. Las pasarelas superiores tienen 106 m de longitud y superan los 40 m de desnivel. Poco después de pasar esta atracción de vértigo, se llega a las pasarelas inferiores que son un poco más suaves y tienen 70 m de largo y más de 25 m de desnivel.
Pasado este tramo el camino continua hasta llegar al albergue de Montfalcó. Nosotros, al finalizar la última pasarela, decidimos dar la vuelta para realizar el mismo trayecto pero en sentido inverso. Llegamos al punto donde dejamos aparcado nuestro coche y damos por finalizada esta espectacular excursión.
Los componentes del grupo hemos sido: David González Sureda y yo Juan González Blázquez como guía.