septiembre 13, 2024

COVA DE SES DUES BOQUES POR EL PAS DELS ERMITANS

INTRODUCCIÓN de la ruta “Cueva de las dos bocas por el Paso de los Ermitaños”

La ruta “Cueva de las dos bocas por el Paso de los Ermitaños” es una ruta circular que tras superar el vertiginoso Pas dels Ermitans se acerca a la espectacular Cova de ses Dues Boques, una cavidad escondida y difícil de encontrar en medio de los acantilados. Pasa por lugares emblemáticos como Sa Talaia Vella, el Mirador de Ses Puntes, el Pla des Pouet, el Mirador de na Torta, el Coll de Son Gallard , la Cova de Ramón Lull o el Mirador des Tudons. También supera otros pasos de montaña de dificultad moderada como el Pas des Robust Marge y el Pas des Petit Pi. La ruta discurre por frondosos bosques de encinas, donde se ve la huella de una intensa actividad carbonera. Es una ruta que presenta desniveles de cierta consideración.

DATOS TÉCNICOS de la ruta “Cueva de las dos bocas por el Paso de los Ermitaños”

Fecha de Inicio: 13 Agosto 2024    Hora de Inicio 08:49 Distancia: 12,84 km Altitud min: 376 m   Altitud máx: 856 m  Desnivel Positivo: 975 m  Desnivel negativo: 975 m  Altitud inicial: 376 m  Tiempo Total: 09:22 Tiempo Caminando: 05:18 Velocidad media: 2,4 km/h Circular Difícil

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ITINERARIO de la ruta “Cueva de las dos bocas por el Paso de los Ermitaños”

  1. Hotel Continental
  2. Camí de la Muntanya
  3. Ermita de la Santísima Trinidad
  4. Es Bufador dels Ermitans
  5. Pas dels Ermitans
  6. Sa Talaia Vella
  7. Mirador de Ses Puntes
  8. Pla des Pouet
  9. Pas des Robuts Marge
  10. Cova de Ses Dues Boques
  11. Pas des Petit Pi
  12. Mirador de na Torta
  13. Mirador de Son Gual
  14. Pla des Pouet
  15. Coll de Son Gallard
  16. Estret de Son Gallard
  17. Mirador de Son Gallard
  18. Cova de Ramón Llull
  19. Mirador des Tudons
  20. Hotel Continental

DESCRIPCIÓN de la ruta “Cueva de las dos bocas por el Paso de los Ermitaños”

La ruta “Cueva de las dos bocas por el Paso de los Ermitaños” tiene como objetivo subir a la cima de Sa Talaia Vella por el Pas dels Ermitans; luego descender hasta el Mirador de Ses Puntes y de aquí al Pla des Pouet; después por el Pas des Robuts Marge acercarse a la Cova de Ses Dues Boques y por el Pas des Petit Pi llegar al Mirador de na Torta, para finalmente por el Coll de Son Gallard regresar al punto de partida.

El punto de partida de este itinerario lo he situado en el kilómetro 68.5 de la carretera Ma-10 que une Valldemossa y Deià, frente al Hotel Continental, antes Hotel Encinar y anteriormente Ca Madò Pilla, antigua hospedería del Archiduque Luis Salvador. Llegamos a este lugar por la referida carretera y dejamos aparcados nuestros coches en un pequeño espacio que hay a la derecha viniendo desde Valldemossa. Comenzamos a caminar en dirección al hotel. Frente a su aparcamiento, al otro lado de la carretera, arranca el Camí de la Muntanya, una pista forestal que tomamos en subida.

Camí de la Muntanya

Ermita de la Santisíma Trinidad

Enseguida se bifurca. El camino de la izquierda sigue siendo el Camí de la Muntanya y por él regresamos al final de la excursión. El de la derecha se dirige a la Ermita de la Santísima Trinidad. Muy pronto dejamos a mano izquierda el Camí de Ses Ermites Velles, que tomaremos luego. Cruzamos la barrera que establece el perímetro de la ermita, por un portillo en una rejilla y accedemos a la explanada donde se ubica la ermita. Esta ermita fue fundada en el siglo XVII por el ermitaño Concepció Mir i Vallés. Está situada en un lugar privilegiado en la montaña.

En el exterior hay un merendero y espacio para el aparcamiento de varios vehículos. En su interior podemos ver un patio con un aljibe en el centro. Frente a la entrada se encuentra el oratorio y a mano derecha vemos el cementerio en el que sobresale la capilla y una estatua del fundador. Pero lo que más llama la atención son las fabulosas vistas que se observan desde el mirador. No es de extrañar que los ermitaños eligieran este lugar para erigir la ermita, ya que se respira paz y tranquilidad por los cuatro costados.

Ermita de la Santísima Trinidad

Bufador dels Ermitans

Una vez que hemos visitado este lugar, regresamos por el mismo camino y ahora sí tomamos el Camí de Ses Ermites Velles. Nada más empezar encontramos un pequeño merendero junto a una puerta que esconde el llamado Es Bufador dels Ermitans. Se trata de una cueva por la que sopla un aire fresco en verano y templado en invierno. Avanzamos por este camino y nos adentramos en el bosque de Miramar, un frondoso encinar. Muy pronto dejamos este camino para tomar otro que sale a mano derecha. Es un camino de herradura que sube por una fuerte pendiente.

Cueva de las dos bocas por el Paso de los Ermitaños
Es Bufador dels Ermitans

Bifurcación en la ruta “Cueva de las dos bocas por el Paso de los Ermitaños”

En algunos puntos el sendero aparece colgado en el acantilado. Más arriba alcanzamos un espolón con un hito encima y aquí giramos a nuestra izquierda, subiendo entre rocas. Llegamos a una era de carbonero y el camino se termina. La pendiente se acentúa más y ascendemos por un ancho canal de tierra y hojarasca. Así llegamos a una especie de collado entre rocas. Este es un punto clave pues aquí tenemos dos direcciones señalizadas con pintura roja en la roca, muy desgastada. Hacia la derecha se va al Pas de Sa Paella y hacia la izquierda al Pas dels Ermitans. Tomamos esta última dirección.

A la izquierda hay un peñasco con un pino encima que si subimos podemos ver unas magnificas vistas. Avanzamos rodeando la montaña por la izquierda, cruzamos otro collado y seguimos un sendero, marcado con algunos hitos, que se abre paso entre las rocas. Unos minutos más tarde descendemos hacia la izquierda para superar una arista rocosa y pasamos por una pequeña “rosseguera”. Seguimos los hitos que nos señalan una fuerte subida hacia la derecha, alcanzando a los dos minutos los restos de un viejo camino.

Cueva de las dos bocas por el Paso de los Ermitaños
Este peñasco ofrece unas magnificas vistas.

Pas dels Ermitans

Después llegamos a un punto donde hacemos un giro de 90º a la derecha, ascendiendo en diagonal con fuerte pendiente hasta que unas paredes rocosas nos cierran el paso. Estamos en el inicio del Pas dels Ermitans. Este paso está situado en la ladera norte de la Talaia Vella, a 727 m de altitud. En él podemos distinguir dos partes bien diferenciadas. La primera parte es una cornisa, muy inclinada, formada por una gran roca lisa que sube en diagonal derecha. Está equipada con una cadena, que facilita la subida, sujetada a una encina que se encuentra más arriba. A la izquierda está la pared rocosa y a la derecha el vacío.

La segunda parte es menos inclinada pero bastante resbaladiza por la cantidad de hojarasca que hay en el suelo. Está equipada con una cuerda sujetada, en el extremo inferior, al mismo árbol en el que lo está la cadena y en el extremo superior a otra encina que se encuentra al final del paso. Puedo calificar este paso entre moderado y difícil, aunque con la debida precaución se supera sin demasiada dificultad. Una vez superado el Paso seguimos en diagonal izquierda con pendiente fuerte. Entramos en la finca “Muntanya del Voltor”, aunque no hay señal alguna que así lo indique. Los hitos nos conducen hasta un rotlle de silo, donde hacemos un giro a la izquierda.

Cueva de las dos bocas por el Paso de los Ermitaños
Primer tramo del Pas dels Ermitans
Cueva de las dos bocas por el Paso de los Ermitaños
Segundo tramo del Pas dels Ermitans

Mirador de Ses Puntes en la ruta “Cueva de las dos bocas por el Paso de los Ermitaños”

Aquí arranca un bonito camino de herradura, con pared de sostenimiento en algunos tramos, que va trazando sucesivas lazadas hasta enlazar, más arriba, con el Camí de s’Arxiduc, entre el Refugio y el vértice geodésico de la Talaia Vella. Este punto está marcado con un hito. Tomamos este camino por nuestra derecha y a los pocos minutos llegamos al vértice geodésico que señala la cima de Sa Talaia Vella, situada a 856 m de altitud. Desde aquí las vistas también son magníficas, llegando a distinguir perfectamente la bahía de Palma.

Unos metros más adelante vemos a nuestra derecha el camino que conduce al aéreo y vertiginoso Pas de sa Paella.Tras unos minutos más de caminata en bajada llegamos al Mirador de Ses Puntes, también conocido como Mirador de Can Costa. Este es uno de tantos miradores que mandó construir el Archiduque Luis Salvador. Está situado a 775 m de altitud y lo reconocemos fácilmente por la pared de piedra que circunda el perímetro que actúa como quitamiedos. Encima de la pared se construyeron unas almenas que se asemejan a una fortificación medieval y a ellas se debe el nombre de “Ses Puntes” que se dio a este mirador.

Cueva de las dos bocas por el Paso de los Ermitaños
Mirador de Ses Puntes
Cueva de las dos bocas por el Paso de los Ermitaños
Panorámica que ofrece el Mirador de Ses Puntes

Pla des Pouet en la ruta “Cueva de las dos bocas por el Paso de los Ermitaños”

La pared protege del abismo evitando posibles caídas por un acantilado de más de 300 m. Este mirador ofrece unas vistas fantásticas de toda esta parte de la costa mallorquina. Una vez que hemos disfrutado de este lugar, retrocedemos unos metros por donde hemos venido y a continuación tomamos el Camí del Mirador de ses Puntes que procede del Pla des Pouet. Antes pasamos por un horno de pan, bastante bien conservado y por una era de carbonero y los restos que quedan de su barraca. En unos veinte minutos de descenso por este ancho camino que va dibujando varias curvas, alcanzamos el Pla des Pouet.

El Pla d’es Pouet situado a 685 m de altitud, es una explanada en medio del bosque de encinas. Aquí vemos un pozo de piedra y su balsa, recuperados no hace mucho tiempo, de ahí el nombre que recibe este lugar. Junto al pozo hay un cruce de varios caminos. Por la derecha tenemos el Camí de na Torta, que tomamos ahora. Por la izquierda, está el camino señalizado que conduce al Coll de Son Gallard, que tomamos de regreso. De frente, el camino conduce a una pared medianera donde se encuentra el Mirador de Son Gual.

Cueva de las dos bocas por el Paso de los Ermitaños
Pla d’es Pouet

En este punto también tenemos otro cruce de caminos. El de la izquierda, es el camino que recorre el Corral dels Bous y que más arriba enlaza con el camino del Pas d’en Miquel. El de la derecha es el Camí de na Torta, que por aquí lleva al mirador de idéntico nombre y por el regresamos luego.

Pas des Marge Robust

Como he dicho, tomamos por la derecha el Camí de na Torta. Pasamos junto a las ruinas de la casa del Pla des Pouet. Pronto el camino se convierte en un precioso camino de carro que se va aproximando a los acantilados de la derecha. Recorre la parte de la montaña de Na Torta que mira hacia Sa Talaia Vella. Al llegar a la altura de un “Coll de tordos” lo abandonamos para ir en busca del Pas des Marge Robust. Nos aproximamos al borde de los acantilados y comenzamos a descender por una profunda vaguada donde se encuentra el paso. En realidad se trata de un ancho margen por donde pasa un sendero que cruza la vaguada de extremo a extremo.

Cueva de las dos bocas por el Paso de los Ermitaños
Pas des Marge Robust

Está situado a 658 m de altitud en la vertiente noroeste de Na Torta y se encuentra un poco desecho por lo que hay que extremar el cuidado para superarlo. El sendero nos deja en el camino que viene del Pas des Pi Petit, formado por unas escaleras de piedras que van descendiendo dibujando varias curvas. Aquí abandonamos la zona de la Muntanya del Voltor y entramos en la finca de Son Moragues. Justo cuando el camino inicia un ligero ascenso, lo dejamos de momento, para seguir descendiendo por nuestra derecha. Aquí ya no hay camino y el terreno se vuelve más inclinado.

Cova de Ses Dues Boques

Un poco más abajo vemos a nuestra izquierda una primera cueva, donde se inicia una cornisa. Pasamos frente a la boca de esta cueva, sin ningún interés, y llegamos a la entrada de una segunda cueva. Estamos en la Cova de ses Dues Boques. Esta pequeña cavidad , tal como su nombre indica , tiene dos entradas. Una por la que se accede a su interior y la otra se abre al acantilado, constituyendo un espléndido balcón con magníficas vistas sobre todo el Pla del Rei. Una vez visitada la Cueva regresamos hasta el camino que ahora tomamos por nuestra izquierda.

Cueva de las dos bocas por el Paso de los Ermitaños

Entramos de nuevo en la zona de la Muntanya del Voltor y nos dirigimos hacia el Pas des Petit Pi. Este paso, situado a 680 m de altitud, está equipado con una cuerda que ayuda a subir superando un pequeño salto. La roca ha sido tallada para poder apoyar el pie. Es un paso que podemos calificar de dificultad moderada. Superamos este paso y vamos hacia el roquedal que tenemos a nuestra izquierda. Avanzamos entre rocas, siguiendo algunos hitos que nos conducen a una era de carbonero.

Cueva de las dos bocas por el Paso de los Ermitaños
Pas des Pi Petit

Mirador de Na Torta

Detrás continúa el Camí de na Torta, ya como ancho camino de carro que se dirige al Mirador de ese mismo nombre. Al cabo de unos minutos llegamos a este mirador, situado a 673 m de altitud. Cuenta con un muro de protección, que forma un ángulo recto. Ofrece una buena panorámica de Valldemossa y de todo el entorno. Desde este mirador seguimos por el Camí de na Torta hasta alcanzar de nuevo el Pla des Pouet, a la altura de la pared medianera donde se encuentra el Mirador de Son Gual. En esta pared hay un portillo por el que el famoso y transitado camino que sube desde Valldemossa accede al Pla.

Desde aquí nos dirigimos al cruce de caminos, señalizado, que antes he mencionado, donde se encuentra el Pouet. Tomamos el de nuestra derecha dirección Coll de Son Gallard. En pocos minutos, tras una suave subida, llegamos a este collado, situado a 766 m de altitud que identificamos por un banco de piedra que mandó construir el Archiduque Luis Salvador. En este sitio hay un cruce de varios caminos: el de la izquierda, en sentido de nuestra marcha, conduce a la Talaia Vella y al Mirador de ses Puntes; el de la derecha, es el camino del Archiduque; y el de frente, el Camí de la Muntanya.

Cueva de las dos bocas por el Paso de los Ermitaños
Valldemossa vista desde el Mirador de na Torta

Estret de Son Gallard

Tomamos este último camino en descenso y enseguida nos encontramos con una pared de piedra divisoria de los términos municipales de Valldemossa y Deià. Saltamos la pared por un “botador» de madera y entramos en este último término municipal. Ahora emprendemos un largo descenso por este ancho camino que va atravesando el bosque. Enseguida salimos, por esta parte, de la zona de la Muntanya del Voltor. Más abajo dejamos a mano derecha el camino del Pas de ses tres Pedretes.

Después comenzamos a trazar largas lazadas donde vamos obviando los ramales que salen tanto a la derecha como a la izquierda. Luego vemos a mano izquierda una “balma» y de frente un portillo en una rejilla, que cruzamos. Entramos ahora en el Estret de Son Gallard, un tramo muy inclinado que se supera realizando cortas lazadas. Aquí localizamos un cruce de caminos. El que baja por la derecha nos lleva a las casas de Son Gallard, que obviamos. Seguimos por el de la izquierda, que ahora llanea y nos conduce al bonito mirador de Son Gallard, de forma rectangular, con una panorámica limitada por la copa de los árboles.

Cueva de las dos bocas por el Paso de los Ermitaños
Mirador de Son Gallard

Cova de Ramón Llull

Transcurridos unos minutos de fuerte bajada, el camino gira a la izquierda para descender suavemente. Luego alcanzamos otra vez la pared de piedra divisoria de los términos municipales de Valldemossa y Deià. Saltamos esta pared por el derrumbe y entramos nuevamente en el término de Valldemossa. Después al llegar a la altura de un “coll de tordos” abandonamos momentáneamente el camino principal para tomar un sendero a la derecha que nos lleva hasta la Cova de Ramón Llull. A esta cueva se accede por unas escaleras de piedra protegidas por una barandilla. Una puerta metálica que se abre da acceso a una cavidad de reducidas dimensiones donde al parecer se retiraba el beato Ramón Llull para meditar.

Cueva de las dos bocas por el Paso de los Ermitaños
Cova de Ramón Llull

Mirador des Tudons

Visitada la cueva regresamos de nuevo al camino y unos metros más adelante dejamos a la izquierda el que conduce a Ses Ermites Velles. Avanzamos un poco más y llegamos al Mirador des Tudons, que vemos a nuestra derecha. Es uno de los miradores mandados construir por el Archiduque Luis Salvador. Se trata de una torre cilíndrica de piedra a la que se accede por unas escaleras, también de piedra. Desde lo alto podemos observar, entre la copa de los árboles, lugares como Na Foradada, el Monasterio de Miramar, Son Marroig, etc.

Seguimos por nuestro camino y poco después alcanzamos la bifurcación que mencioné al principio, donde la desviación de la derecha lleva a la Ermita de la Santísima Trinidad. Aquí cerramos el círculo de este itinerario. Ya solo nos queda llegar al punto de partida siguiendo el mismo camino que hemos empleado en la ida, pero en sentido inverso, dando por finalizada esta emocionante ruta.

Cueva de las dos bocas por el Paso de los Ermitaños
Mirador des Tudons

Los componentes del grupo hemos sido: Salvador Gea. Javier Saiz y yo (Juan González Blázquez) como guía.

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